El derecho al olvido implica que las personas que han superado un cáncer no tengan que justificar su historial médico a la hora de pedir un préstamo o un seguro de vida.
No el derecho a olvidar, sino el derecho a que otros no tengan en cuenta que tuviste un cáncer, ya sea para pedir un préstamo, comprarte una casa, contratar un seguro de vida o, incluso, acceder a un puesto de trabajo. Esa es la esencia del derecho al olvido de los pacientes con cáncer, o derecho al olvido oncológico, que el Parlamento Europeo incluyó en una de sus resoluciones de 2022 pero que España todavía no ha adoptado, a pesar de que otros países de su entorno sí lo hayan hecho.
Esta resolución establece una guía de actuación para los países miembros de la Unión Europea, el Parlamento “considera que las aseguradoras y los bancos no deben tener en cuenta el historial médico de las personas afectadas por el cáncer” y pide que las legislaciones nacionales garanticen que los supervivientes de cáncer no sean discriminados en comparación con otros consumidores.
De hecho, el Parlamento marca un límite en 2025 para que las leyes nacionales incluyan el derecho al olvido para los pacientes con cáncer. Para ese año, todos los Estados miembros tienen que garantizar el derecho al olvido “diez años después del final de su tratamiento” y a más tardar “cinco años después del final del tratamiento para los pacientes cuyo diagnóstico se haya realizado antes de los 18 años”.
El derecho al olvido o vivir con las mismas oportunidades que el resto de personas que no han tenido un cáncer
Damián Castañeda, trabajador social colaborador con la Asociación Española Contra el Cáncer, explica que la legislación que existe en otros países de la Unión Europea sobre el derecho al olvido “es una vertiente de la normativa de la protección de datos y de tener derecho a borrar la huella en internet”. “Al no existir el derecho al olvido para las personas con cáncer en España, tiene un impacto en sus vidas en muchas esferas, como la emocional, la social o la vital”, explica Castañeda.
A lo que se refiere el trabajador social es algo a lo que también apunta Alexandra Carpentier, responsable del Programa de Experiencia del Paciente de la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia. “Como cualquier otra persona, los pacientes que han sufrido un cáncer en algún momento también quieren pedir un préstamo al banco para comprarse una casa, por ejemplo, pero, todavía, el banco tiene derecho a preguntarte tu historial médico, algo que no sucede en otros países”, asegura.
En España sí que existe legislación para impedir que esto les suceda a personas que tienen VIH o SIDA, como recoge la ley 4/2018. “No se podrá discriminar a las personas que tengan VIH/SIDA u otras condiciones de salud”, pero esas condiciones de salud que establece la norma no están especificadas, por lo que no protege a las personas que hayan superado un cáncer.
Tanto Castañeda como Carpentier explican que “en muchas ocasiones, para acceder a algún producto bancario, necesitas un seguro de vida”. Y es ahí donde el derecho al olvido de personas que han sufrido cáncer se volvería más necesario.
Maquíllate, ponte peluca y prueba en otro banco: cómo afecta esto a las personas que piden préstamos
Yaiza Cumelles superó un cáncer muy joven, aunque sigue haciendo visitas al médico periódicas para ver que todo está bajo control. En conversación con Newtral.es cuenta cómo una vez le llamaron de una aseguradora y al decir que había superado un cáncer simplemente le dieron las buenas tardes y colgaron el teléfono. Le pasó una, y otra, y otra vez.
“Cualquier tipo de proyecto de vida, como comprar una casa, no tengo acceso a ello. Son todo puertas cerradas”, asegura. Y le pone nombre: “Es una discriminación muy concreta”. En este sentido, Yaiza señala que podría entender que las aseguradoras no quisieran darle un seguro “si hubiera una justificación médica, pero si ya no la hay, ¿por qué”. Por ello, el hecho de que existiera en España una posibilidad del derecho al olvido para personas que hayan superado un cáncer supondría un avance.
Además de su propia experiencia, Yaiza explica que a otras personas que también han superado un cáncer les denegaron un préstamo para una hipoteca, y desde el propio banco les recomendaron ir a otros pero “con peluca, o, incluso, maquillaje”.
Aunque en España no se haya planteado todavía una norma sobre el derecho al olvido en personas que han padecido un cáncer, un informe de la Fundación Josep Carreras sobre pacientes con leucemia refleja que el 83% de encuestados de entre 18 y 35 años ha encontrado dificultades para contratar un seguro de vida, el 51% también las ha tenido para encontrar trabajo y el 47% para acceder a un préstamo o crédito.
Francia, Bélgica o Portugal: los países europeos que ya reconocen el derecho al olvido para personas con cáncer
Tal y como explican a Newtral.es Castañeda y Carpentier, España es, junto con Islandia y Malta, uno de los países de la Unión Europea que todavía no han regulado el derecho al olvido para las personas que han superado un cáncer.
Para Carpentier, el país que marcó el paso del resto fue Francia. La ley francesa de modernización de la sanidad llegó en 2016, y recogió por primera vez el derecho al olvido. Pero desde el Parlamento francés plantearon una extensión en 2022, como recoge el Ministerio de Sanidad francés en su página web. Esta extensión fija el derecho al olvido en cinco años para todos los cánceres y la hepatitis C. Ya no habría distinción según la edad a la que se hubiera diagnosticado el cáncer.
Bélgica aprobó su norma en 2019, como recoge el Centro Federal de Experiencia en Atención Médica belga. Establece varios supuestos para el acceso al derecho al olvido de personas que han sufrido un cáncer, que va desde el año hasta los ocho años.
Por su parte, Portugal la aprobó en 2021, y establece 10 años desde el final del protocolo terapéutico, en caso de riesgo de salud agravado o invalidez superada. Pero si la patología superada ocurrió antes de los 21 años, entonces son cinco años.
